Cuando alguien comienza la aventura de construirse su casa, suele preocuparse mucho por elegir un diseño atractivo, un técnico de confianza, un constructor con experiencia, dando mucha importancia a verse rodeado de buenos materiales y acabados, en definitiva, preocupándose mucho por lo “que se aprecia a simple vista”.
Pasamos mucho tiempo dentro de los edificios y en especial de nuestra vivienda, y muchas veces se pasa por alto que con un buen diseño pasivo y una buena técnica constructiva podemos influir en el confort y la salubridad de nuestra vivienda, que es al fin y al cabo, lo que genera la sensación de hogar. Este tipo de edificios garantiza además una factura energética muy reducida para el usuario.
Passivhaus es un estándar basado en un método de diseño y construcción, con el único objetivo de conseguir edificios confortables, controlando la temperatura, humedad, iluminación y calidad del aire interior. Para controlar todos estos aspectos, hay que esforzarse en los detalles que no se ven a simple vista, pero que al final, son el punto fuerte para conseguir una vivienda confortable, un hogar.
Puede optarse a la obtención del certificado oficial o, simplemente, diseñar la vivienda bajo los criterios del estándar. Siempre ahorrarás significativamente con respecto a una construcción convencional.